sábado

Casilla 42: El Laberinto

El Laberinto. "El Juego de la Oca o la Espiral de los Constructores"


"(...) No sólo he imaginado esos juegos, también he meditado sobre la casa. Todas las partes de la casa están muchas veces, cualquier lugar es otro lugar. No hay un aljibe, un patio, un abrevadero, un pesebre; son catorce [son infinitos] los pesebres, abrevaderos, patios, aljibes, la casa es del tamaño del mundo; mejor dicho, es el mundo. Sin embargo, a fuerza de fatigar patios con un aljibe y polvorientas galerías de piedra gris, he alcanzado la calle y he visto el templo de las Hachas y el mar. Eso no lo entendí hasta que una visión de la noche me reveló que también son catorce [son infinitos] los mares y los templos. Todo está muchas veces, catorce veces, pero dos cosas hay en el mundo que parecen estar una sola vez: arriba, el intrincado sol; abajo, Asterión. Quizá yo he creado las estrellas y el sol y la enorme casa, pero ya no me acuerdo.

Cada nueve años entran en la casa nueve hombres para que yo los libere de todo mal. Oigo sus pasos o su voz en el fondo de las galerías de piedra y corro alegremente a buscarlos. La ceremonia dura pocos minutos. Uno tras otro caen sin que yo me ensangriente las manos. Donde cayeron, quedan, y los cadáveres ayudan a distinguir una galería de las otras. Ignoro quienes son, pero sé que uno de ellos profetizó, en la hora de su muerte, que alguna vez llegaría mi redentor. Desde entonces no me duele la soledad, porque sé que vive mi redentor y al fin se levantará sobre el polvo. Si mi oído alcanzara los rumores del mundo, yo percibiría sus pasos. Ojalá me lleve a un lugar con menos galerías y menos puertas. ¿Cómo será mi redentor?, me pregunto. ¿Será un toro o un hombre? ¿Será tal vez un toro con cara de hombre? ¿O será como yo?
El sol de la mañana reverberó en la espada de bronce. Ya no quedaba ni un vestigio de sangre.

-¿Lo creerás, Ariadna? -dijo Teseo-. El minotauro apenas se defendió."

La Casa de Asterión, J.L. Borges




Y Ariadna sonrió... y continuó hilando. Y tejió guirnaldas blancas de infinitos nudos (son catorce) por los senderos que aún guian a quienes no temen la oscuridad de su propia sombra...

O a la memoria de la propia luz;

-"Quizá yo he creado las estrellas y el sol y la enorme casa, pero ya no me acuerdo." , creyó Teseo oírle decir a Asterión...

Y Ella vuelve a sonreír.



En otra versión mucho más antigua del mito se habla de 14 jóvenes, 7 doncellas y 7 muchachos, que con una frecuencia de 9 años (según la fuente) eran llevados al laberinto. En el Juego de la Oca hay un ritmo, una frecuencia... el compás de la Gran Madre Cósmica que marcan las catorce ocas del recorrido. Siete ocas cada nueve casillas y otras siete también cada 9 casillas... creando dos espirales que se entrelazan y que, como el Hilo de Ariadna, muestran el camino de "vuelta".




(Gracias a Creta y a sus papás por el Ovillo.)

martes

El Poder de lo Femenino

“Hemos de rescatar la dimensión de lo femenino tanto en el hombre como en la mujer. Por este femenino, el ser humano se abre a la acogida, se sensibiliza por la profundidad misteriosa de la vida y recupera su capacidad de maravillarse. Hay un exceso de energía masculina que recalienta y quema...

Fotograma de "La Joven del Agua". Dirección M. Night Shyamalan

...Lo femenino es agua, es frescor, es templanza, lo femenino ayuda a recuperar la dimensión de lo sagrado, y lo sagrado siempre impone límites a la manipulación. Lo femenino crea la capacidad de religar todas las cosas con su fuente creadora y esto es fundamental para la evolución del ser humano y para salvaguardar la Tierra"

Leonardo Boff

domingo

Casilla 52: La Cárcel

Deshabitada cárcel de Carabanchel, Madrid.


Madrid tiene una "Calle de la Oca". Recorrerla puede significar caer en la casilla de La Cárcel.
Dejamos de Ser Libres cuando creemos que "lo aparente" es la Realidad.

Barrio de Carabanchel, Madrid.


Junto a la cárcel estuvo la iglesia de S. María Magdalena, lugar de poder de la Madre Tierra.
Dicen que junto al veneno crece el remedio... nuestras prisiones tienen puertas abiertas... con cada paso que damos elegimos cruzarlas o no.

sábado

La Señora de las 3 Ocas

...ha sacado un Tres. La Triple Diosa gobernadora de los Umbrales de paso y de los Caminos, la "Signora del Gioco", nos enseña un "noble y restaurado" Juego...

Hécate, Diana, Bona Dea, Isis, Erodiade, Dama de Oriente... nombres con los que era llamada la Señora del Juego, la "Domina Ludi".
Se cuenta que durante la Edad Media en Lombardía, cerca del Lago Iseo existían congregaciones, de mujeres sobre todo, llamadas "Societá del Buon Gioco" o "Societá di Diana", que se reunían en secreto ciertas noches para celebrar fiestas y rituales que al parecer no debían tener nada de maléficos. Pero en 1390 el inquisidor de Milán, Beltramino di Cernuscullo, condena al "suplicio" a Sibila Zanni y Pierina di Bugatis por haber participado en el llamado Juego de Diana. Después de ser torturadas, las dos mujeres confesaron que en esos ritos, junto a la "Domina Ludi", había participado el demonio. Fueron los inicios de la "caza de brujas". No es de extrañar que a las mujeres se les quitaran las ganas de reunirse... en circulos o en espirales...
Quizás el Juego de la Oca tenga algo que ver en todo esto... quién sabe si este inocente tablero les permitió mantener vivo el Juego de Diana... Y quien sabe también, si este "renacimiento" del Juego de la Oca tiene que ver con esta nueva conciencia de lo Femenino que, lejos del "feminismo separador", viene a equilibrar y sanar a una humanidad que olvidó el espíritu del "Buen Juego".


¿Habrá sido labor de "Ellas", Melusinas, Lamias, Pèdauques, Berthas o Mamás-ocas, mantener la memoria de nuestra antigua y lúdica relación con la Madre-Tierra?



Dedicado a mi madre y a mi hermana por mujeres excepcionales,
a Baruk por mostrarme las 3 Ocas de "La Sagrada Familia" y por hacerme sentir tan segura en las alturas,
a los Pájaros Viajeros, Mamá-Oca y Papá Ganso por dejar huellas en el Camino,
a todas mis Amigas,
y a Luigi Ciompi por las imágenes.

martes

Ninfas en el Lago...


(...)Con tanta mansedumbre el cristalino
Tajo en aquella parte caminaba,
que pudieran los ojos el camino

determinar apenas que llevaba.

Peinando sus cabellos de oro fino,

una ninfa del agua do moraba
la cabeza sacó, y el prado ameno
vido de flores y de sombra lleno.


(...)Habiendo contemplado una gran pieza
atentamente aquel lugar sombrío,
somorgujó de nuevo su cabeza,

y al fondo se dejó calar del río.

A sus hermanas a contar empieza
del verde sitio el agradable frío,

y que vayan las ruega y amonesta

allí con su labor a estar la siesta.

No perdió en esto mucho tiempo el ruego,
que las tres de ellas su labor tomaron
y en mirando de fuera, vieron luego

el prado, hacia el cual enderezaron.

El agua clara con lascivo juego
nadando dividieron y cortaron,

hasta que el blanco pie tocó mojado,

saliendo de la arena el verde prado.


"Aquella voluntad honesta y pura"
Égloga III
de Garcilaso de la Vega
 
Licencia Creative Commons
Este obra está bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported.