Comentó Alkaest:"Los magníficos escritores Rabelais y Noêl du Fail, nos cuentan que, en su tiempo, s.XVI, los habitantes de Toulouse juraban todavía: "por la rueca de la reina Pédauque". Tanto eran el respeto y veneración que inspiraba, aquel genio de la Antigua Religión, a las gentes sencillas."
Durante tres días y tres noches estuvieron las tres jóvenes lavando la lana en el agua viva del manantial, en lo más profundo del Barranco de la Mina. Hilaron y trenzaron sus caminos.
(Dedicada a Concha y a Pino. Y a los vellones de lana de oveja que nos hicieron sudar.)